dissabte, 25 d’abril del 2015

Text guanyador 6é B. 1er concurs literari.



En un pueblo llamado La Vall d’Uixó, vivía una niña llamada Anabel. Un día, Anabel fue a buscar a su amiga Carla para hacer juntas los deberes. Cuando acabaron, salieron a la calle a jugar con un balón muy pequeñito de color rojo. Mientras estaban jugando, empezaron a oír pasos, pero no vieron a nadie, como si fuera invisible; pero eso era imposible, pensaron las dos.

 
Carla y Anabel fueron a buscar a su amiga Carmen para contarle el misterio de “los pasos invisibles”. Tocaron el timbre y les abrió Ana, la madre de Carmen. Les dijo que podía salir a la calle un ratito, ya que había acabado sus deberes.

 
Las tres se dirigieron al parque Carbonaire a jugar, y allí encontraron a Manuel, el hermano de Anabel. Las tres le preguntaron qué hacia allí, y él les dijo que estaba jugando al escondite. Los cuatro de nuevo oyeron pasos, pero de nuevo no vieron a nadie alrededor del parque. Muy intrigados y muy asustados se fueron a casa de Juan, un amigo que tenía un montón de libros de misterio, a investigar y resolver el caso de “los pasos invisibles”.

 
Nada más llegar a la casa de su amigo, se pusieron con gran emoción manos a la obra. Anabel encontró un libro llamado “La Vall d’Uixó, un pueblo mágico” y descubrieron que hace casi trescientos años, un pirata con pata de palo llamado Frank escondió un tesoro que nadie encontró. Ellos tenían curiosidad por encontrar el tesoro que nadie encontró, ni buscó.

 
Primero, tenían que buscar el mapa que les conduciría hasta el tesoro. Anabel siguió leyendo el libro para encontrar alguna información sobre el mapa. De repente apareció, de dentro del libro, un genio mágico; los cinco se asustaron y se escondieron detrás de la mesa. El genio les dijo que era bueno, que les estaba agradecido por liberarlo de la maldición del pirata Frank y que les iba a ayudar a buscar el mapa del tesoro. Los cuatro amigos se alegraron ya que habían conseguido un nuevo amigo, y este era muy especial. El genio les comentó que el pirata escondió el mapa en la Ciudad prohibida y también les dijo que no eran los únicos que estaban buscando el tesoro, que había un grupo de malvados que querían apoderarse del tesoro. En este momento, los cuatros amigos resolvieron el misterio de “los pasos invisibles”.

 
Cuando llegaron a la Ciudad prohibida se pusieron a buscar las pistas para encontrar el mapa. Anabel y Carla que no se separaban, empezaron a buscar entre unos árboles arrugados y amarillentos. Después de mucho buscar, encontraron en un hueco muy escondido del árbol más arrugado un trozo de papel que alguien había partido por la mitad. Ahora tenían que buscar la otra mitad del mapa, donde estaría marcada la cruz que les conduciría hasta el tesoro. El genio, que para eso era genio, consiguió la otra mitad del mapa, las juntaron y… justo, coincidían, era el mapa del tesoro del pirata Frank.

 
Ya tenían el mapa, pero seguían dentro de la Ciudad prohibida. El genio, que para eso era genio, les explicó por qué se llamaba así, les dijo que nadie había logrado salir con vida de allí, pero que no se asustaran, que él les ayudaría a salir, que para eso era… Tenían que buscar una piedra dorada como el Sol que les abriría la puerta secreta. Buscaron por todas partes y cuando parecía que este sería también su final…, Manuel la encontró al lado del árbol más pequeño y verdoso que había visto en su vida. Carla y Carmen encontraron la puerta secreta y todos juntos consiguieron escapar de la peligrosa Ciudad prohibida.

 
Se pusieron a buscar el tesoro, y al cabo de unos días lo encontraron antes que los malvados de los “pasos invisibles”.

Desde aquel día se llamaron “El club de los cinco inseparables” dispuestos a correr aventuras y resolver otros misterios que su pueblo mantenía ocultos.

 

Nerea Aliaga González 6é B

Text guanyador 6é A . 1er concurs literari.

EL SECRETO DE LAS GRUTAS

Sabía que La Vall d’Uixó era un pueblo fantástico pero….fantástico, fantástico. Fantástico por toda su historia, por cómo se formó, porque en este lugar donde hoy en día está nuestro pueblo ya vivían nuestros tatara, tataratatarabuelos, vamos, aquí hay gente desde el paleolítico y desde ahí ya ha pasado mucho tiempo.
Pues bien, toda esta fantástica e increíble historia empieza precisamente donde vivieron los primeros valleros, y empieza en el paraje de San José.
Una de las excursiones típicas del cole es visitar las fantásticas grutas que se encuentran en este paraje, son realmente geniales y para mí ahora también mágicas.
Os cuento, después del primer tramo navegable del rio subterráneo, cuando empieza la parte en la cual caminas dentro de la gruta, mi amiga Nuria y yo, como siempre, andábamos de “charreta” y un poco retrasadas del grupo principal , nos paramos mirando una piedra que parece un cocodrilo y cuando giramos la cabeza e iniciamos la marcha escuchamos una especie de susurro o silbido que yo juraría que lo hizo el mismo cocodrilo. Al mirar hacia él de algún modo pareció como si esa piedra cocodrilo hubiera cambiado de posición.
- Daniela - me dijo Nuria- yo no veo al grupo ¡venga corre!
Pero al empezar a caminar vimos que la gruta se dividía en dos túneles, ¿ahora qué? Nuria muy convencida dijo: “yo ya he estado aquí alguna vez y creo que es el de la derecha”, y por ahí nos fuimos. La verdad es que yo también había estado pero no recordaba esta parte de la cueva.
Tras andar unos 10 metros por fin vimos la salida del túnel pero, ¿qué pasa aquí? ¿Dónde estamos? De repente nos encontrábamos debajo del acueducto. Ese acueducto que habíamos visto miles de veces, pero algo era diferente, se escuchaba el agua que circulaba por él…. Qué raro. De repente escuchamos como venían hacia nosotros una especie de pasos, de gente caminando, pero… no puede ser, era una legión de romanos que iban en batallón junto con sus carros tirados por caballos, ¡¡nos habíamos tele transportado a la época romana!! Los alrededores estaban totalmente cambiados, las calles eran de piedra las viviendas eran bajitas y lo más curioso era la indumentaria de la gente. Veíamos a todo el mundo, pero ellos a nosotras no.
¡ Buahhh, que pasada ! empezamos a andar dirección a lo que sería la iglesia del Ángel, pero todo volvía a cambiar, las calles y sus edificios estaban muy decorados, la gente vestía con chilabas y las mujeres llevaban un velo en la cabeza, en una de las paredes vimos un cartel donde se podía leer La Alcudia, continuamos andando y vimos otro que ponía Benigafull y otro más, Benizahat.
- Nuria ¿té has dado cuenta? ahora estamos en el periodo musulmán de nuestro pueblo.
- ¿Y ahora qué?- me preguntó mi amiga.
Mi respuesta fue: “continuemos caminando”. Pasamos por Zeneta y Benigasló y llegamos a la salida del pueblo, concretamente a la falda de una montaña donde en su cima podíamos ver el castillo totalmente construido de La Vall d’Uixó. Se veía mucha gente subiendo y bajando. Gente cultivando los pequeños huertos de su ladera.
- Pero, ¿qué es esa música?- me preguntó Nuria.
- Pues no lo sé- le contesté yo.
Sonaban una especie de trompetas ceremoniales junto con un fuerte acompañamiento de bombos y tambores.
-¡Es una columna del ejército de El rey Jaime I de Aragón al paso por nuestras tierras! - dijimos las dos a la vez.
En ella había muchas personas y jinetes a caballo e infinidad de animales, incluso elefantes.
Les acompañamos dirección a la montaña concretamente a la falda de Font de Cabres, y allí la columna se introdujo en el interior de unas cuevas, nosotras los seguimos. Todo estaba oscuro, de repente no escuchábamos nada y en apenas 15 segundoS volvimos a ver una luz al final de la cueva, pero...¡ostras! era nuestro grupo de clase , estaban embarcando para continuar por la segunda parte navegable de la gruta de San José. Nuestra profesora nos dijo “chicas venga no os retraséis” Miré a Nuria y su cara era un poema, bueno imagino que igual que la mía.
Pero ¿qué había pasado? ¿Nos Habíamos dormido? ¿O realmente todo aquello había sucedido?


Daniela Fernández López 6ºA